El Club

Historia

Los inicios del Club Náutico Jávea

El espacio donde se ubica el Club Náutico Jávea va íntimamente ligado a las obras de la escollera de Levante. La gran obra de ingeniería de la época se remonta a 1949, cuando se crea el proyecto del nuevo dique y contradique, que sustituirá los exiguos cantos de escollera por sólidos bloques de hormigón. El proyecto lo redacta el ingeniero Vicente Vicioso Vidal, desde el Grupo de Puertos de Alicante-Valencia, y se adjudica al contratista Bernal Pareja S.A. el 28 de Enero de 1952 por un importe de 18.520.265 pesetas. Las obras se iniciaron en 1952, fecha de la primera fase del macroproyecto, pero no sería hasta 1973 cuando se liquidarían por fin los últimos trabajos, que dejarían las escolleras de Levante y Poniente tal y como las conocemos hoy en día.
En 1956 un segundo reformado incluiría muelles de mayor calado adosados al contradique (escollera de Poniente) como consecuencia de la renovación pesquera. Todas las reformas de la escollera se harían desde los inicios para favorecer a la industria pesquera local, un pilar fuerte en ese momento para la subsistencia del barrio pesquero de Aduanas de la Mar.

Las obras del dique fueron la mayor atracción local del momento durante cinco años. La gente se refería a la escollera de Levante como “el dique”, y según los testimonios de los viejos pescadores, por entonces la gente del pueblo y alrededores se acercaban hasta Aduanas a ver la progresión de las obras, algo inédito en aquella época. A partir de 1957, cuando ya se empezaba a ver el final de las obras de abrigo, se inicia la construcción de los muelles para embarcaciones pequeñas y entre ellas un camino de servicio para el paso de la maquinaria (ahora acceso al Club por carretera y zona de estacionamiento).

Detrás del actual aparcamiento del Club, enfrente de la antigua enfermería, aún se puede ver, en relativo buen estado y semioculto entre los árboles, el edificio donde se molió la piedra utilizada para la construcción de la escollera de Levante y los raíles por los que las vagonetas evacuaban la roca sobrante de la excavación de la montaña.
Las únicas construcciones que había en esa zona en la década de 1950 pertenecían a la Sociedad de Salvamento de Náufragos. Un tangón o tangó de salvamento de náufragos, situado en un promontorio de la cala del mismo nombre, que servía para dar cobijo a los pescadores que, en caso de mala mar, no podían acercarse a la costa ante la inexistencia de un puerto abrigado. En el puerto se encontraba otro edificio, que se conocería años después como “Casa del Contramaestre”.

La primera sede del Club Náutico Jávea se establece a través de un acuerdo entre la Sociedad de Salvamento de Náufragos y, en representación del Club, el entonces presidente, D.Jaime Cruañes Cholbi, y el secretario Juan Crespo Ruaño.
Según reza el acta de constitución de 1958 se establece “la ocupación del edificio y demás enseres que poseen en esta estación local, para que hasta tanto se resuelva el emplazamiento definitivo, sea éste considerado como edificio social”.
El viejo edificio fue reformado y habilitado como sede social. Posteriormente sería la vivienda del contramaestre y taller mecánico.
Esa fue la primera sede del Club Náutico de Jávea, una desvencijada construcción usada en 1955 como pañol de objetos náuticos donde los peones y obreros de la escollera se resguardaban del frío. El edificio acogería subsiguientemente las reuniones de la primera Junta Directiva de Jaime Cruañes y a los pocos socios que poseía un Club aún en pañales.
Mucho ha cambiado desde entonces, aunque quizá solo por fuera, pues el espíritu emprendedor de los primeros socios aún sigue vivo en el 2008, 50 años después.

Estrenado el año 1964, el Club Náutico ya había conseguido la concesión administrativa necesaria para desarrollar sus actividades náuticas. D. Jaime Cruañes dejaba el cargo con los deberes hechos y un nuevo presidente tomaba el relevo. D. Federico Noreña Echeverría agarraba por las riendas un Club que ya empezaba a crecer de forma vertiginosa. Estrenaba presidencia con una nueva sede social y un modestísimo pantalán, justo delante de la antigua entrada del Club. Los “seiscientos” ordenados en el aparcamiento contrastaban con los barquitos desordenados de los dos pequeños varaderos que no daban abasto para tanta proliferación de cáscaras de nuez.

El edificio social data de 1964. Pocos años después se ampliará con las construcciones de la piscina y la conserjería, ubicada al lado de la antigua pista de baile, donde tantos guateques se celebraron en los años en los que todo lo veíamos en blanco y negro con ritmos de twist y al son de los Pekenikes.

El Club Náutico continúa creciendo rápidamente y en la década de 1970 sus socios se cuentan por centenares. En esos años se crea el edificio donde hoy está la Escuela de Vela, se traslada la entrada principal del Club hacia donde se encuentra actualmente, se crea la enfermería y al lado, la nueva secretaría. A nivel local, en 1977 se inicia el proyecto definitivo de la lonja del puerto, que luego será reconstruido en 1995.

Es también en esa época cuando recibimos alguna visita ilustre, como la de D. Juan de Borbón, quien más de una vez ha sido visto recorriendo la bahía de Jávea.

Con los siguientes presidentes (Francisco Alcón y José Ferrándiz) continúan las reformas, mucho menos ambiciosas pero muy necesarias. Los amarres se amplían sensiblemente y los tres pantalanes existentes están completos. El número de socios sigue en aumento, y la década de 1980 trae consigo la renovación de gran parte de nuestra flota, aunque temporales como el de 1981 causan importantes destrozos en los pantalanes y en el paseo del puerto.

A finales de la década de 1980 se retiran los barcos amarrados en el muelle y se recolocan sirviéndose de un pequeño pantalán, delante del restaurante. El nuevo pantalán 4 soluciona durante algunos años todos los problemas de espacio en el Club.

La piscina es uno de los grandes atractivos del Club, siendo ésta renovada en varias ocasiones. La última remodelación sería en el 2005, cuando se le implantó un moderno sistema de desborde y un cambio en el gresite, con el que la piscina ha ganado color y atractivo.

Donde actualmente se encuentra la máquina de refrescos, antes había una barra atendida por un camarero. Una pequeña escalera, que fue tapiada a finales de los 80, comunicaba la piscina con la actual conserjería, que es remodelada y ampliada, pasando de un pequeño cuarto de llaves a una atractiva construcción de madera. La entrada es decorada con un antiguo timón, dos bitácoras y un cañón que hoy se encuentran repartidos entre el restaurante y la sala de juntas. Seguramente pocos socios saben que ese cañón en un principio cumplió una función más bien poco bélica. A principios de siglo XX se utilizó para lanzar un cabo desde tierra a los barcos que no podían acercarse debido al mal tiempo o al viento. A la bola de plomo se le ataba un cabo que, tras ser disparada, pasaba por encima del barco, facilitando a los marineros las labores de amarre.
Tras la construcción de los diques de resguardo, el cañón se jubiló al primer piso del edificio social del club, desde donde estuvo apuntando hacia el puerto durante un par de décadas.

Por parte de la nueva junta presidida por D. Jose Salinas desde 1990 se presenta un proyecto de ampliación del Club Náutico Jávea ante la Conselleria de Obras Públicas Urbanismo y Transporte de la Comunidad Valenciana (COPUT) que finalmente no se acometerían en su totalidad. Ese sería el preludio de las numerosas reformas que se llevarían a cabo durante los siguientes tres lustros. Aunque no será hasta 1993 cuando se materialicen las principales obras, finalizando el nuevo varadero en 1994.

El edificio de la “casa del contramaestre”, vivienda hasta ese momento de D. José García Lor y taller mecánico en su parte baja, es demolido. Treinta años después de la creación del primer edificio social. El nuevo hogar del Pepe “el gallego” pasará a la segunda planta del edifico principal del Náutico. En aquel mismo lugar, antes de que hubiera farolas en los pantalanes, se encontraba un gran foco verde que emulaba la luz de un faro, y se podía dirigir a placer con el fin de vigilar e iluminar ciertas zonas del náutico en las guardias nocturnas.

En 1994 se instalan el Travel-Lift y dos grúas complementarias, reemplazando el obsoleto sistema de varada que consistía en dos raíles sobre los que con dificultad y mediante un cable de acero se izaban las embarcaciones a tierra. La ampliación del varadero en 2.000 metros cuadrados se acompaña de una rampa y un nuevo pantalán para la Escuela de Vela.

En 1996 se amplían los pantalanes 2, 3 y 4 para dar cabida a las nuevas demandas. En 1997 un grupo de socios se unen en una particular “romería” a Formentera, y gracias a un acuerdo con su marina, se establece una nueva tradición estival del Club.

En 1998 se diseña el proyecto de ampliación del Salón Social. En dos años se derriban siete de las diez habitaciones y se amplía el restaurante y el salón, que se usará para albergar las Asambleas, la presentación de proyectos, como lugar cómodo de tertulia o para ver la televisión, y por supuesto, para los campeonatos de dominó y mus.

Con el lema “1998, un año para recordar”, en agosto se celebran los festejos del 25 Aniversario de la Semana de la Vela, con un gran despliegue publicitario y muchas actividades. Fue sonado el fin de fiesta amenizado por el grupo canario “Los Sabandeños”, que a más de uno le recordó aquellos deliciosos guateques de los 70.

En 1999 fallece el contramaestre José García Lor y la dirección de la marinería/varadero pasa entonces al segundo contramaestre, Rafael Sivera Sala, quien ocupa el puesto hasta finales de 2006.

En 2001 un temporal a finales de año rompe uno de los bloques de hormigón que sustenta el pantalán 3, provocando su hundimiento por un efecto dominó. La rápida intervención de la marinería nocturna y diurna evitó una catástrofe. Uno por uno, cortaron los cabos que amarraban las embarcaciones. Solamente el “Ovila” no pudo ser salvado.

A la mañana siguiente se podía aprecia mejor la magnitud de lo ocurrido: todos los barcos atados unos a los otros sin orden ni concierto, el pantalán hundido y los marineros mojados y exhaustos, restos de tablas flotando, y las llamadas telefónicas se sucedían minuto a minuto.

Pocas semanas después, saludaba al año 2002 un nuevo pantalán flotante, ampliado posteriormente unas decenas de metros.

A finales de 2005 se plantea una remodelación y modernización de la parte del muelle. Los hangares de estilo “riu rau” se convierten en pañoles para almacenaje. Las obras se terminan al año siguiente y se estrena el moderno surtidor de combustible.

En el año 2006 el Club Náutico Jávea es elegido como sede para la IX Copa de S.M el Rey, un importante concurso de Pesca de Altura a nivel nacional. Además de ser anfitriones, Cristóbal Miravet se alza con la victoria trayendo el preciado trofeo a las vitrinas del Club. Con motivo de este evento se crea una oficina de pesca permanente que servirá también para organizar el I Campeonato Mundial de Pesca de Altura por Clubes en 2008.

Las elecciones de octubre 2006 D. Arturo Miquel Bartual accede a la presidencia..
E
n verano de 2007 el gerente D. Juan Ivars se jubila después de casi treinta años en el C.N.J. Con su marcha, es sustituido por D. Luis Mira Caracena. Se ponen en marcha muchas iniciativas novedosas y adapta la gestión del Náutico a las nuevas tecnologías.

Se comienza a celebrar cada primavera la Sir Thomas Lipton Match Race, regata internacional a la que acuden las mejores tripulaciones del mundo de esta especialidad. En colaboración con el Excelentísimo Ayuntamiento de Javea se instala una carpa abierta al público, desde la que todo el mundo puede asistir de forma gratuita a las pruebas, con bebida y comida gratuita y con los comentarios de expertos por megafonía.

El Club Náutico Jávea sigue mirando al futuro acometiendo mejoras y apoyando los deportes de la vela y la pesca mediate la formación de cientos de deportistas de dentro y fuera de nuestro club.

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